El hormigón será transportado desde la
hormigonera hasta el lugar de su colocación en condiciones que impidan su
segregación, o el comienzo del fraguado. Para ello se emplearán métodos y
equipos que permitan mantener la homogeneidad del hormigón y eviten la pérdida
de sus materiales componentes o la introducción de materias ajenas.
Para los medios corrientes de transporte, el
hormigón debe quedar colocado en su posición definitiva dentro de los
encofrados, antes de que transcurran treinta minutos desde que el agua quede en
contacto con el cemento.
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