Se podrá emplear el proceso de curado
a vapor como alternativa del método de curado con agua. El lecho de moldeo para
cada unidad curada a vapor, deberá encerrarse completamente por un adecuado
tipo de caja construida herméticamente, para impedir un escape de vapor y
excluir simultáneamente la atmósfera exterior. Después de 2 a 4 horas, luego de colocado el hormigón y de
iniciado el fraguado inicial de éste, se hará una primera aplicación de vapor,
a menos que se use retardadores, en cuyo caso el periodo de espera antes de
aplicar vapor aumentará de 4 a
6 horas. Se emplearán
métodos de curado a agua desde el momento en que el hormigón sea colocado, y
hasta que se aplique el vapor. El vapor se
aplicará a una humedad relativa del 100 % para evitar pérdidas de humedad y
suministrar la humedad suficiente para la hidratación adecuada del hormigón. La
aplicación del vapor no deberá efectuarse directamente sobre el hormigón.
Durante dicha
operación, la temperatura del aire ambiente deberá aumentarse a un régimen de 22 °C , como máximo por hora
hasta que se alcance una temperatura máxima de 60 a 71 °C . Dicha temperatura máxima deberá mantenerse hasta que el hormigón
obtenga la resistencia deseada. Al interrumpir la aplicación del vapor, la
temperatura del aire ambiente no deberá disminuir a un régimen que supere los
22 º C por hora, hasta que se llegue a alcanzar una temperatura de 11°C más alta que la
temperatura del aire a la que el hormigón será expuesto.
El hormigón no
deberá exponerse a temperaturas de congelamiento hasta 6 días después del
vaciado.
Se llevará un
registro detallando de los esfuerzos originados por los gatos y los
alargamientos producidos por ellos.
Varias unidades
podrán moldearse en una línea continua, sometidas a esfuerzo al mismo tiempo.
Se deberá dejar suficiente espacio entre los extremos de dichas unidades para
facilitar el proceso para practicar los cortes de separación necesarios una vez
que el hormigón haya adquirido la resistencia específica. No se deberá
transmitir al hormigón tensiones de adherencia, ni aflojarse los extremos de
los anclajes hasta que el hormigón haya obtenido una resistencia a la
compresión, determinada en ensayos de probetas cilíndricas, de por lo menos la
resistencia mínima para tal transferencia de carga, indicada en los planos o en
especificaciones técnicas especiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario