Sobre el entrepiso terminado y aprobado por el Supervisor, se colocará una película impermeabilizante de polietileno calibre 6 en tiras, debidamente traslapada y pegadas con cinta especial para este fin, sobre toda el área de la losa a construir, rematándose contra los muros hasta una altura no menor del nivel indicado para el piso terminado.
Sobre la película de polietileno así extendida, se iniciará el vaciado del hormigón de losa, cuidando de no ir a perforarla durante este proceso.
Se llevará un estricto control de los niveles de la losa, previendo las pendientes requeridas para drenaje hacia los sifones de piso, si estos están previstos.
El acabado que debe darse a la losa dependerá del tipo de material de piso acabado que se vaya a colocar. Los pisos duros en general deben fijarse con mortero de adherencia y requieren para un mejor resultado una superficie rugosa (no irregular).
Para el primer caso, el acabado de la losa podrá hacerse simplemente con regla de manera que se conserven los niveles indicados. Antes de iniciado el fraguado del hormigón y terminado el proceso de exudación, se podrá hacer un rayado o un barrido con escoba, con el fin de mejorar la adherencia del mortero de adherencia.
Cuando el hormigón haya alcanzado suficiente consistencia y ha desaparecido el agua en la superficie, se pasa la plancha de madera en forma pareja por toda la superficie, eliminando todas las irregularidades, evitando dejar marcas tanto de la plancha como las originadas por el arrastre de las partículas finas; para afinar la superficie se puede dar una última pasada con plancha metálica. No se permitirá la adición de cemento puro a la superficie ni el acabado esmaltado.
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