sábado, 4 de mayo de 2024

PISOS Y SUS ACABADOS - PISOS DUROS

 Se entiende por pisos duros todos aquellos materiales para piso que constituyen por si mismos un elemento estructural resistente e indeformable y adicionalmente presentan una capa de desgaste decorativa. 

Dentro de esta clasificación se incluyen los pisos en baldosa de grano y de cemento.  Todos estos pisos tienen similar forma de instalación y en general, se debe hacer con las siguientes recomendaciones: 

Antes de iniciar la instalación, se deben trazar los ejes principales en la dirección de los ejes de la junta, a continuación se debe hacer la distribución del piso en seco, es decir, sin aplicar la mezcla, con el fin de identificar los puntos críticos de la instalación y los ajustes que puedan resultar. Los ajustes en lo posible deben hacerse con piezas mayores de media unidad y deben quedar ubicados en las zonas menos expuestas a la vista. En los pasillos los ajustes se dejan hacia los costados repartidos en igual dimensión, de manera que el eje del pasillo coincida con el eje de la fila central de las baldosas. 

Una vez aprobada por el Supervisor la distribución del piso, se deben colocar las baldosas maestras, cuidadosamente alineadas con el eje y debidamente niveladas. A partir de ellas se templarán hilos de control para la colocación de las demás baldosas. 

Sobre una capa de mortero de adherencia de 2 cm a 3 cm se coloca una hilada longitudinal de repartición y alineamiento, controlando su alineamiento y nivelación con un hilo templado entre sus extremos. Cada baldosa se colocará en su posición, se alineará y con golpes con el mango del palustre se hará penetrar en la mezcla entre 0,5 cm y 1 cm.  Se dejará entre cada baldosa la separación indicada de acuerdo con el tipo de junta prevista en los planos. 

Todas las baldosas de los pisos duros deben quedar perfectamente adheridas a la base, sin resaltos ni irregularidades, escalas, o cualquier otra imperfección. El Contratista debe hacer por su cuenta y a su costo la sustitución de elementos deteriorados durante la instalación. 

Los pisos en baldosa de grano pulido serán sometidos al proceso de pulida y repulida hasta un espesor no menor de 2 mm, o hasta donde lo indique el Supervisor. Después de la pulida inicial se hará un afinado con lechada de cemento similar a la utilizada en el emboquillado. 

Terminado la repulida con esmeril calibre 120, se procederá a brillar el piso con máquina y discos planos. El brillado debe hacerse después de haberse aplicado la primera mano de pintura a los muros. 


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