Protección y curado
Tan pronto se ha
colocado el hormigón en su sitio, se lo protegerá contra los efectos
perjudiciales de la lluvia, agua en movimiento, viento, sol y en general contra
toda acción mecánica que tienda a perjudicarlo.
El hormigón será
protegido manteniéndolo a una temperatura superior a 5ºC por lo menos durante 96
horas.
El curado tiene por
objeto mantener el hormigón continuamente húmedo para posibilitar su
endurecimiento y evitar el agrietamiento. El tiempo de curado será de siete
días consecutivos, a partir del momento en que se inició el endurecimiento.
El curado se
iniciará tan pronto como el hormigón haya endurecido lo suficiente para que su
superficie no resulte afectada. Se realizará preferentemente por humedecimiento
con agua, mediante riego aplicado directamente sobre las superficies o en el caso
de las losas, sobre arpillera o una capa de arena, con un espesor de 5 cm , que deberá mantenerse
saturada.
Juntas de Construcción.
Como regla general,
se evitará la interrupción del hormigonado en un elemento estructural. Las
juntas de construcción se ubicarán en principio en los lugares que menos
perjudiquen a la resistencia, estabilidad y aspecto de la estructura. En
general serán normales a la dirección de los esfuerzos principales de
compresión. La ubicación de la junta de construcción deberá ser aprobada por el
Supervisor.
Para reiniciar el
vaciado, se procederá a retirar el montero y hormigón poroso hasta dejar al
descubierto el hormigón de buena calidad y obtener una buena superficie lo más
rugosa posible. Seguidamente la superficie se limpiará con agua, se echará una
lechada de cemento y se vaciara una capa de mortero de la misma resistencia que
el hormigón que se emplea y recién se procederá con el vaciado normal.
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